Tras la situación provocada por el avance del coronavirus, que obligó a cerrar canteras y a detener la producción y comercialización de pizarra gallega durante algunas semanas, el sector se ha ido reactivando poco a poco sin que que esto haya supuesto una pérdida de puestos de trabajo.
De hecho, a día de hoy, las cifras de empleo en este ámbito de actividad se sitúan, según se destaca desde el Clúster de la Pizarra de Galicia, en aproximadamente 2.400, un dato idéntico al que se registraba al finalizar 2019 y antes del inicio de la pandemia.
Actualmente, ninguna de las empresas de pizarra integradas en el Clúster mantiene activo el ERTE, lo que significa que se está trabajando prácticamente con normalidad teniendo en cuenta las nuevas medidas de distanciamiento social y preventivas recomendadas por las autoridades sanitarias.
Seguridad y salud de los trabajadores
Durante la pandemia, tanto el Clúster como la Federación Nacional de la Pizarra antepusieron, como no podía ser de otro modo, la salud y la seguridad de los trabajadores a la propia actividad económica.
Tras o parón del confinamiento, se volvió a trabajar adoptando una serie de medidas tales como la dotación de mascarillas y equipos de protección individual a los profesionales, la reducción de aforo y desinfección en los vehículos de transporte de personal a las canteras o la a procura de un mayor distanciamiento entre puestos de trabajo y en los comedores.